Una reciente exposición del Museo del Prado nos obliga a meditar sobre la idea del arte y la visión. Desde esta perspectiva, se impone una nueva consideración sobre el objeto artístico y su poder de representación que constituye, en definitiva, su valor social y comunicativo. El saber ver una obra de arte resulta fundamental para apreciar estos valores y, como ejemplo, podemos elegir algunas esculturas, pinturas y tapices, que contienen imágenes y conceptos más o menos visibles capaces de transformar lo aparente en una realidad distinta. Así, se descubren algunos de los denominados “rostros monstruosos” entre las ornamentaciones de ciertos tapices, a modo de juegos de agudeza para un espectador avisado; esculturas de marfil hispanofilipinos con influencia de talleres budistas, una hibridación entre el mundo cristiano y el oriental, o imágenes, relativamente familiares, que esconden una inquietante dualidad, como sucede con la “vera efigie” de la Guadalupe mexicana, copia fiel de una imagen que, según la tradición, no fue pintada por mano humana, al igual que la Verónica o “mandylion”, la “Vera faz” de Cristo estampada milagrosamente en un lienzo en blanco. Entre los dibujos, de los que se presenta una importante colección, vemos varias apariciones celestiales, una realidad solo visible a los ojos de la fe. La misma fe que permite atisbar la humanidad de Jesucristo en las imágenes de un Niño de tierna edad, tradición occidental propia de los días de Navidad colmada de complejos significados. El mundo de lo oculto también está presente en representaciones como las de la “Virgen de la Luz”, propia de la iconografía mexicana, que representa a María salvando almas que en el momento de la muerte le invocasen. Esta imagen fue prohibida por la iglesia mexicana, por lo que se obligó a destruir o modificar las pinturas donde aparecía esta escena, suprimiendo también toda referencia a las fauces infernales que se abrían para recibir al condenado. Sin embargo, la iconografía ha perseverado y se sigue reproduciendo (con mayor o menor fortuna) por considerarse una expresión propia de la cultura novohispana.
Portús, Javier, Metapintura. Un viaje a la idea del arte, Museo Nacional del Prado, 15/11/2016 – 19/02/2017
Belting, Hans, Imágenes y culto. Una historia de la imagen anterior a la era del arte, Madrid, Akal, 2009
Aracil, Alfredo, Juego y artificio: Autómatas y otras ficciones en la cultura del Renacimiento a la Ilustración, Cátedra, 1998.
Rodríguez Arbeteta, Benito, El problema del soporte y la imagen como documentos de la Historia[…],[en line], 2012
Que sería lo adecuado para realizar un análisis de una pintura antigua?
Muy buena pregunta, estoy desarrollando un sistema de catalogación con redes Neuronales, pero si quieres saber como se hace una buena catalogación te envió el siguiente linK:
https://xvii.es/emblematica-e-iconologia/